Todo el talento puesto en escena se puede apreciar cada vez que Ronaldinho pisa el balón. El cerebro del Atlético Mineiro tuvo a mal traer a los zagueros paulistas, quienes nunca supieron como detenerlo.

Pero su gran jugada se produjo en el complemento, cuando tomó el balón por la banda derecha y comenzó a dejar regados a cuanto defensa le salió al frente, ingresó al área rival y tras disparar en un ángulo sumamente complicado, el balón se perdió apenas desviado.

Pese a no terminar en gol, la jugada no hizo más que reflejar toda la magia que posee Ronaldinho Gaucho y que por ahora es en beneficio del Atlético Mineiro.