Andrés Cunha tocó el silbato pasados los 120 minutos de la final para decretar campeón de la a . Los jugadores que estuvieron en la cancha se arrojaron al césped, como primera reacción.

Otros, de los que vieron acción en el encuentro, corrieron hacia la tribuna o buscaron al compañero más cercano para felicitarlo con un fuerte abrazo, luego de obtener uno de los trofeos más importantes en cuanto a clubes en Sudamérica.

Los suplentes de River Plate no se quedaron atrás. Abandonaron la banca o la zona técnica para pisar el campo del Santiago Bernabéu. Ellos también se sumaron a las celebraciones. Saltos, gritos de campeón.

Gran parte de la primera plantilla de los ‘millonarios’ se juntó en un sector del terreno de juego para dedicar el título de la Copa Libertadores a todos los hinchas que llegaron desde muchas partes del planeta.

Los miembros del comando técnico, directivos y algunos familiares de los jugadores de River Plate también se unieron a los festejos en la cancha.