El cadáver del ecuatoriano fue trasladado desde Doha a bordo de un avión fletado por el club catarí Jaish SC, en el que recientemente se había enrolado.

Tras una escala en Portugal, donde cambió de avión, el féretro cruzó el Atlántico y llegó a las 01.57 hora local (06.57 GMT), un par de horas después del tiempo en que en principio se había estimado su aterrizaje.

En dicho vuelo también llegaron su esposa Liseth Chalá y dirigentes del club Jaisch.

El avión fue recibido en la pista del aeropuerto por dos vehículos de bomberos que lanzaron chorros de agua por encima de la aeronave cuando ésta aparcaba en las afueras de la sala de Protocolo de la terminal.

Decenas de personas, junto a las mallas que impiden el ingreso a la pista, expresaron con gritos sus sentimientos de dolor en el momento en que el féretro era evacuado de la aeronave a una carroza fúnebre.

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, estuvo presente en la terminal aérea de Quito, así como el padre de Benítez, el exfutbolista Hermen Benítez, familiares y amigos.

También el exseleccionado y actual legislador Iván Hurtado, el jugador del Manchester United Antonio Valencia, y el también exportero y actual ministro del Deporte, José Francisco Cevallos.

Asimismo, el jugador del Morelia mexicano Jefferson Montero, el exseleccionado Agustín Delgado, los jugadores Cristian Lara y Jorge Guagua, el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga, y el empresario y apoderado de Benítez José Chamorro.

Un fuerte contingente de policías se encargó de la seguridad en la terminal aérea, con más de 150 efectivos, mientras que cientos de vehículos se aparcaron a los costados de la carretera.

EFE