Como ya ha pasado en otras finales y partidos, se vistió de héroes, de esos que al mejor estilo clásico se visten con armadura y llevan una espada, la cual está lista para ser desenvainada en cualquier momento.

Cuando el Sevilla y estaban a tan solo segundo de celebrar el título de la Supercopa de Europa, apareció el zaguero para, con golpe de cabeza, empatar a dos goles por bando el partido y desatar la locura en tienda ‘merengue’.