El sueño del Fuenlabrada duró 45 minutos, en los que igualó el potencial de la segunda unidad del Real Madrid, antes de ser víctima de su esfuerzo en el segundo acto y de dos penaltis que materializaron Marco Asensio y Lucas Vázquez.
Fuenlabrada saboreó el día más importante de su historia ante un Real Madrid que le permitió hacer crecer sus ilusiones de sorpresa con una alineación sin titulares de Zinedine Zidane y con solo Marco Asensio de los habituales. Provocó una pérdida de identidad de inicio, incómodo en un terreno de juego de pequeñas dimensiones y ante la ilusión de un rival con hambre.
Superados los nervios de los primeros minutos del duelo, de dominio y posesión madridista sin profundidad, el Fuenlabrada ganó confianza para tutear a un grande.
Es uno de los equipos de Segunda B que mejor trata el balón y lo mostró en el primer acto con confianza. Jugando con las ideas claras y buscando la velocidad de Quero y Dani en las bandas, y con los movimientos de su goleador Dioni.