El marcador se abrió con el error de Suchý, defensor del Basilea, metió en su portería un centro de Nacho Fernández en una acción milímetra de James Rodríguez con un taconazo al desmarque.

No hizo falta en el inicio del camino a la defensa de título porque reapareció la pegada madridista. Marcelo chutó a las nubes, Modric soltó un latigazo que sacó como pudo Vaclik que se lució con un testarazo picado de Benzema. Ya nada pudo hacer a la media hora cuando Modric sacó de su chistera un pase al espacio, quizás el primero de la temporada en un partido del Real Madrid, para que el veloz Bale dejase atrás a todos, picase el esférico a la salida del portero y marcase a puerta vacía.

Fueron dos minutos de brillantez de Bale. Primero marcó y luego asistió. Desde la banda derecha al remate de Cristiano en carrera para que el portugués inicie un nuevo camino a su récord goleador en Europa, ya a un paso de convertirse en el máximo artillero de la historia de la Champions League. No le obsesiona porque en el cuarto tanto del real Madrid de nuevo prefirió buscar a Benzema que chutar. El francés chutó abajo y se topó con la parada de Vaclik cuyo rechace lo marcó a placer James.