El golpeó con eficacia, apagó al y conquistó el derbi del Wanda Metropolitano (1-3) para creer en la Liga, ahora en el segundo puesto como el principal perseguidor y alternativa al liderato del Barcelona, después de un duelo con más tensión, polémica y VAR que fútbol y oportunidades.

A cinco puntos, pendiente del resultado dominical del equipo azulgrana contra el Athletic en San Mamés, el conjunto blanco renace en una competición que parecía perdida no hace mucho, de la que se descarta poco a poco el Atlético, ahora tercero y este sábado doblegado por su ‘eterno’ rival, más contundente en los detalles.

Dos de los cuatro goles exigieron la confirmación del vídeo, también un tanto anulado por fuera de juego a Álvaro Morata, pero en todos hubo una coincidencia: el error rival. En los del Real Madrid, la desatención en un balón parado, la imprudencia en un penalti y la pérdida de un balón, la misma causa que provocó el gol del Atlético, derrotado por primera en esta temporada en su casa.

El derbi rebosó tensión. Era definitivo para los dos. Ganar o ganar. No había otra vía para seguir vivo en el campeonato. Uno de esos encuentros en los que la intensidad, la fricción y la batalla impetuosa por cada pelota transforman cualquier combinación en una circunstancia más que en una fórmula para abordar la meta del gol.

Un duelo este sábado mucho más pasional que futbolístico, que penalizó cada error cometido en el primer tiempo. No hubo juego, hubo fallos… Y hubo goles. Casi siempre sin intuirlo. Nadie tenía el volumen de destreza ni de imaginación ni de ocasiones suficientes para presuponer que el gol estaba realmente el alcance de cada uno, acechados en los sectores claves del terreno de juego por su rival.

Sin continuidad ofensiva, más allá de las apariciones a toda velocidad y agilidad de Vinicius o entre líneas de Karim Benzema, en un lado, o Antoine Griezmann, en otro, nadie esperaba el 0-1 del Real Madrid. Era la primera ocasión, ya superado el cuarto de hora, más allá de algunos amagos y de la presión alta del bloque local.

Un saque de esquina hacia Sergio Ramos sobre el que se abalanzaron hasta tres rivales rojiblancos para impedir su remate, sin atender a que el rechace también cuenta. Y ahí, sin nadie a su lado, desatendida su marca por Thomas, tenía todo el espacio del mundo Casemiro para conectar de media chilena el 0-1 en el marcador.

Tampoco se avistaba el 1-1 nueve minutos después del Atlético, golpeado por el gol, pero reanimado por una carrera hacia atrás de Vinicius que, entre el contacto el brasileño reclamó falta y la posición de Sergio Ramos, permitió a Correa lanzar un pase casi tan decisivo a Griezmann como la definición del francés, que sorteó con sutileza por debajo de las piernas la salida de Courtois (1-1). El gol, invalidado al principio por fuera de juego, lo confirmó el VAR.

Ni nadie intuía, a la vez, el desenlace del primer tiempo, cerrado con 1-2 a favor del Real Madrid. El mérito fue de Vinicius; la imprudencia de Giménez. Inabordable entonces el brasileño para él, el uruguayo lo derribó cuando ya lo había desbordado, pero cuando estaba tan escorado que había perdido perspectiva del gol.

¿Al límite? ¿Dentro o fuera del área? El árbitro pitó penalti, el VAR lo ratificó y Sergio Ramos lo transformó en el 1-2, que confirmó una sensación recurrente: el mejor activo del Real Madrid en ataque era Vinicius, cuyo descaro y desborde por el extremo izquierdo mantenía en vilo a Arias, a Giménez y a Godín. Luego fue sustituido.

No sólo eso. El Atlético no jugaba tanto como pretendía en el campo contrario. Y no había aparecido aún Morata. Sí lo hizo en el segundo tiempo, en una acción aislada. A falta de transiciones, el equipo rojiblanco tiró del mecanismo más directo: un pase largo de Giménez al desmarque de delantero, que la controló con la misma habilidad con la que picó el balón ante Courtois directo a la red.

Otra vez al VAR. Otra vez al límite. El árbitro y el vídeo dictaron que era fuera de juego, de nuevo con un rato de espera. Gol anulado, frustración en el Atlético y alivio para el Real Madrid, mientras pasaban los minutos y apenas nada en las áreas, salvo la volea que propuso Giménez con la repuesta consiguiente de Courtois.

Necesitaba más el Atlético, que reclamó un penalti sobre Morata, pero cuyas esporádicas ráfagas ofensivas fueron insuficientes para nivelar el choque, mientras el Real Madrid le aguardó a la expectativa, prudente y armado para ver de qué era capaz el conjunto rojiblanco y casi ya desaparecido del otro área hasta que asestó el golpe definitivo. Tras la enésima pérdida del Atlético, lo hizo Bale, a pase de Modric para sostener que su equipo cree en LaLiga.

EFE

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Real Madrid vs Atlético Madrid | Alineaciones

Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Reguilón; Casemiro, Kroos, Modric; Lucas Vázquez, Bale y Benzema.

Atlético Madrid: Oblak; Arias, Giménez, Godín, Lucas; Saúl, Thomas, Rodrigo, Correa o Vitolo; Griezmann y Morata.

Real Madrid vs Atlético Madrid | La previa

Atlético Madrid y Real Madrid no sólo compiten este sábado de forma directa por la segunda plaza, sino por muchísimo más, por creer que la Liga aún es posible, por doblegar a un adversario directo y por la carga pasional y emocional de un derbi vibrante, tan esencial como inquietante para ambos oponentes.

Es un duelo a presión. No hay margen de error. No lo admite la distancia que les separa del liderato del , seis puntos en el caso rojiblanco y ocho en el blanco. Ganar o perder. No existen ni términos medios ni excusas. El empate es también una ‘derrota’, una invitación al bloque azulgrana para que acelere hacia el título.

El aliciente es la Liga. La circunstancia añadida es la segunda posición, ahora del Atlético, dos puntos por encima del Real Madrid, antes del duelo en el Metropolitano, que comprueba quién está preparado para reabrir el debate, si es posible, por el campeonato. Y sólo hay una certeza: el perdedor ya no tendrá ningún argumento.

En ese sentido, la carga emocional es intensa; nada nuevo, en cualquier caso, para dos equipos siempre preparados para la máxima exigencia y para dos proyectos que partieron el pasado verano en la Supercopa de Europa, ganada por el Atlético en la prórroga, y que se han enfrentado, por ejemplo, en dos finales de la .

Desde aquel 15 de agosto hasta ahora, el Real Madrid ha sorteado una travesía de vaivenes, al borde del naufragio unas cuantas veces, y con cambio de técnico, por Julen Lopetegui, mientras que el Atlético ha sostenido un viaje más constante, al lado del Barcelona hasta no hace mucho, dentro de la pelea por la Liga.

Pero, en contraste con todo ese desarrollo, irrumpe el momento actual. El Real Madrid está fortalecido, enderezado su irregular rumbo del primer semestre con cuatro triunfos seguidos en la Liga, su mejor racha, y por el 1-1 del miércoles contra el Barcelona en el Camp Nou en el partido de ida de las semifinales de la .

Y el Atlético Madrid está en alerta, por la derrota del pasado domingo contra el Betis, que puso fin a una racha de 19 partidos de competición oficial sin perder, que le retrasó un punto más en la carrera por el liderato del campeonato y que exige una reacción inmediata, agotado ya el margen de error en su ambición por la Liga.

La busca en el estadio Wanda Metropolitano, donde ha sido invencible en esta temporada. En la Liga, con nueve victorias y dos empates; en la , con tres triunfos; y en la Copa del Rey, aunque su empate con el Girona (3-3) le apartó del torneo.

Son los números en este ejercicio en su campo, sostenidos por las paradas de Jan Oblak y los ataques de , no sólo ya este curso, sino también antes. El equipo sólo ha caído en tres de sus 45 encuentros oficiales en ese estadio, ha ganado 24 de sus últimos 30, el esloveno ha dejado su portería a cero en 23 de sus 27 duelos más recientes y el francés ha marcado ahí 25 goles, seis en sus últimos seis compromisos entre todas las competiciones.

El guardameta y el delantero son de nuevo los líderes del once inicial de Simeone, que encara su vigésimo noveno derbi, con un balance de nueve triunfos, nueve empates y diez derrotas; aún no recupera a Koke Resurrección y mantiene las bajas de Diego Costa y Stefan Savic.

Pero, a la vez, recupera a Diego Godín y Saúl Ñíguez, los dos directos a una alineación titular con el protagonismo de , enfrentado contra su pasado y contra el equipo con el que lo ganó todo. Ya se midió a él en dos ocasiones con el Juventus. Y marcó dos goles. También será su estreno con el Atlético Madrid en casa.

El lateral izquierdo será para Lucas Hernández, con Filipe Luis por segundo encuentro seguido en el banquillo; el derecho para Santiago Arias; al lado de Godín jugará José María Giménez en el centro de la defensa; el medio campo será para Rodrigo Hernández y Thomas Partey y las bandas serán para Saúl y Ángel Correa, con la alternativa en el caso del argentino de Víctor Machín, ‘Vitolo’.

También es un derbi trascendental para el Real Madrid. Decisivo como su mes de febrero. Marca su futuro liguero para reafirmar su reacción, pasando a ser candidato con el salto al segundo puesto en caso de victoria, o instalarse en un negro panorama con una distancia que ya sería insalvable con el líder como para soñar con el título, si sale derrotado del Metropolitano.

Vivo en las tres competiciones. En su mejor momento del curso con seis partidos sin conocer la derrota y recién cortada en el Camp Nou su racha de cinco victorias consecutivas con un empate dejando gran imagen. Una resurrección desde el físico que encara un examen complicado ante un rival descansado. El desgaste del clásico ante el reposo rojiblanco.

Al reencuentro con quien fue primero compañero y luego entrenador, Simeone, llega Santi Solari asentado en el banquillo madridista y tras superar con nota su primer clásico. El que sentenció definitivamente a refuerza la imagen del técnico argentino que toma decisiones sin que le tiemble el pulso. Su pulso con ya le molesta. El andaluz se quedará fuera de la lista por unas molestias en la espalda. Igualmente no iba a tener minutos tras pasar de ser referente al último de la fila.

Y se presentará en el Metropolitano renovando su once, en busca de frescura. Con el regreso a la portería de para reencontrarse con la que fue su afición. La vuelta al banquillo en defensa de un Marcelo desconocido que deja paso al regular Reguilón. Opciones para Nacho y Odriozola de ser novedades como lo será Casemiro en el centro del campo en lugar de la única baja por lesión, Marcos Llorente; y un tridente ofensivo que cambiará.

Después de diez partidos consecutivos como titular, el futbolista que ha dado un vuelco a la temporada madridista y lo ha resucitado con su alegría, , se perfila suplente. El gran partido con su encomiable trabajo defensivo de Lucas Vázquez en el Camp Nou y el momento más dulce de Karim Benzema los hace fijos de Solari, por lo que la entrada de Gareth Bale en el once daría descanso de inicio al brasileño.

Dos partidos de altos vuelos con el galés en el banquillo son impensables en el Real Madrid. Tendrá la enésima oportunidad de ejercer el liderazgo que se le demanda en un partido trascendental para el devenir del curso.

Real Madrid vs Atlético Madrid | horarios del juego

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