El cayó ante el (1-0) con un gol encajado en el primer minuto de juego, derrota que pone en un aprieto al técnico blanco, Julen Lopetegui, que afronta su primera crisis desde que asumiera el cargo.

El sumó su tercer partido consecutivo sin ver puerta, pero es que además volvió a dejarse sorprender al comienzo del partido.

Como ocurriera en este mismo escenario, el estadio Luzhnikí, con España en los octavos de final del Mundial, el Real Madrid no pudo romper la muralla rusa, defendida por el mismo portero, Ígor Akinféev.

La segunda unidad decepcionó. Ceballos no se encontró cómodo en ningún momento del partido. Asensio no asumió galones. Y la delantera echó mucho de menos a Bale.

Fue un ejercicio de impotencia que llevó a muchos a acordarse de y a pedir a gritos la entrada de Mariano por Benzemá.