Varane tuvo que parar el 20 de noviembre por la continua inflamación de su rodilla derecha, de la que se operó el menisco el 12 de mayo, cada vez que jugaba dos partidos seguidos.

El cuerpo médico decidió no volver a mandar al quirófano al joven central francés y apostó por un tratamiento conservador. Varane ha ido incrementando la carga de trabajo en sus sesiones en solitario y al fin pudo regresar a la dinámica de grupo.

EFE