El 0-4 logrado en el partido de vuelta dejaba pocas interrogantes en la eliminatoria, por lo que Laurent Blanc dio descanso a casi toda su defensa titular, con excepción de Thiago Silva.

Solo el ataque era el habitual, con un Zlatan Ibrahimovic que, pese a los dolores de espalda que arrastra, había exigido a Blanc disputar el encuentro.