Wayne Rooney volvió a estar disponible tras dos semanas de baja por una brecha en la cabeza que se produjo durante un entrenamiento (hoy jugó con una protección en la frente).

Aún así, el protagonismo en el ataque local durante gran parte del duelo, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, fue una vez más para Van Persie, que instantes antes de la media parte marcó de penalti el primer gol de la jornada en la Premier.

El árbitro consideró que el defensa sudafricano Kagisho Dikgacoi derribó al Ashley Young dentro del área y le mostró una tarjeta roja que dejó a su equipo prácticamente condenado ante el actual campeón de la liga inglesa.

Van Persie engañó al portero argentino Julian Speroni, que se lanzó hacia la derecha, y coló el balón en su red desde los once metros con un tiro raso ajustado al palo izquierdo.

A falta de media hora para el final, saltó al césped como debutante con la camiseta roja del Manchester United el belga Marouane Fellaini, que apenas cinco minutos después ensayó su primer disparo a puerta, un tiro lejano que atajó Speroni.

Si bien el Crystal Palace del técnico inglés Ian Holloway prácticamente no creó peligro ante la meta del español David De Gea, mantuvo durante todo el encuentro, incluso con diez hombres, una posesión del balón cercana al 45 por ciento.

A falta de diez minutos para el final, Rooney demostró que no ha perdido la destreza para firmar tiros de falta casi perfectos.

El inglés plantó el balón a unos veinticinco metros de la portería y lanzó una rosca cerrada hacia la izquierda que dejó helado al guardameta del Crystal Palace. Fue su primer gol esta temporada.

EFE