Tras cuarenta y cinco minutos sin demasiadas ocasiones, la segunda parte fue eléctrica, con cinco goles, cuatro de ellos en apenas ocho minutos.

Yaya Touré, quien se marcha el próximo 5 de enero a la Copa de África con Costa de Marfil, adelantó al Manchester City a los 56 minutos de juego con un misil desde fuera del área que se coló por la escuadra de la meta defendida por Costel Pantilimon.

Respiraban los aficionados del Manchester City, sabiendo que el encuentro era una ocasión vital para intentar recortar puntos con un Chelsea que visitaba el siempre complicado campo de White Hart Lane pare medirse al Tottenham Hotspur.

Nueve minutos después del obús de Touré llegó el segundo gol local, obra de Stevan Jovetic, quien, de tacón desde el área pequeña, dobló la ventaja de los suyos.

Sin embargo, 120 segundos después del tanto de Jovetic llegó el descuento del Sunderland, obra de Jack Rodwell.

Rodwell, marginado en su paso por el Manchester City, remató de cabeza un saque de esquina y superó a un Willy Caballero que ni se movió de la línea de gol.

Los de Gustavo Poyet culminaron la remontada tres minutos después, con un tanto de penal de Adam Johnson tras una falta desde dentro del área de Pablo Zabaleta.

El Sunderland, con fama de “matagigantes” en el Reino Unido, parecía estar a punto de arañar dos puntos al todopoderoso Manchester City, que ya se dejó un empate en casa en la última fecha frente al Burnley (2-2).

Sin embargo, Frank Lampard, el futbolista de las grandes citas, subió el definitivo 3-2 en el minuto 73, con un remate desde el punto de penal tras un centro desde la izquierda de Gael Clichy.

Lampard daba el triunfo a un Manchester City que con este triunfo, iguala a puntos al Chelsea, que visita a sus vecinos del Tottenham Hotspur, en el partido que cierra la apasionante jornada de Año Nuevo de la Premier League.