En los minutos previos a que comenzara el partido entre y , los asistentes al Etihad Stadium se detuvieron para ver el saludo que protagonizaron los entrenadores y .

Fue el estratega del Manchester City quien tuvo la iniciativa de acercarse a su colega para realizar el apretón de manos respectivo. Ante ello, todas las cámaras que estaban en el recinto deportivo apuntaron hacia la otra cara del derbi.

Por un lado, José Mourinho se mostró serio durante los 90 minutos en donde su equipo intentó conseguir los tres puntos para seguir escalando posiciones en la Premier League.

Y por el otro, un Pep Guardiola muy eufórico que luchaba para sumar de a tres y meterse a la zona de Champions League.