“Tal vez fue un gran error”, reconoció Pep Guardiola, días después de que Thiago Alcántara se rompiera por tercera vez el ligamento interior de la rodilla derecha.

Thiago, después de la primera lesión que ocurrió en marzo, fue tratado con inyecciones de cortisona, un antiinflamatorio, por Ramón Cugat.

Luego sufrió una primera recaída cuando estaba en rehabilitación, se sometió a una operación y, cuando estaba a punto de regresar a las canchas, volvió a romperse por tercera vez el ligamento durante un entrenamiento del Bayern Munich.

La nueva recaída, que hará necesaria una segunda operación y prolonga la baja hasta después de la pausa de invierno, ha sido atribuida por el Bayern a problemas de cicatrización.

Según versiones de medios alemanes, esos problemas pueden estar originados en una dosis excesiva de cortisona durante el primera tratamiento.

Guardiola trató de quitarle hierro a las diferencias que ha tenido con el médico del Bayern, Hans Wilhelm Müller-Wohlfahrt, y ha dicho que en las últimas semanas están haciendo todo lo posible por “seguir el camino correcto”.

“Nadie sabe la razón exacta de las recaídas de (Holger) Badstuber o de Thiago”, dijo Guardiola.

Holger Badstuber es otro jugador del Bayern que ha tenido una racha maldita con dos roturas de ligamentos cruzados y recientemente una lesión de tobillo.