La respuesta de la Federación Turca de Fútbol al pedido inusual del Fenerbahce fue rápida. Aseguró que no ve motivos para cambiar la decisión acordada, que prevé que todas las medidas contra personas y clubes se tomarán solo cuando el tribunal que estudia el caso haga públicas las pruebas, lo que no ha sucedido todavía.

De acuerdo a lo que ha transcendido de las investigaciones judiciales, el Fenerbahce y otros equipo de la primera división amañaron varios partidos la pasada temporada, que culminó con Fenerbahce como campeón de la liga y con Besiktas como ganador de la Copa de Turquía.

De hecho, el Besiktas ha decidido devolver el trofeo hasta que se dirima la investigación.

Por el momento, 31 imputados (directivos, futbolistas y árbitros) están en prisión preventiva acusados de arreglar partidos, entre ellos el presidente del Fenerbahce, Aziz Yildirim, y el número de personas que han tenido que declarar ante el fiscal en este proceso ascienden ya a más de sesenta.

Con todo, según informó en un comunicado de prensa tras una reunión de urgencia hoy en Estambul, la TFF decidió que el Fenerbahce permanezca en primera división.

“El calendario de la Superliga se hizo público el 24 de agosto y el de la Primera Liga Bank Asya el 25 de agosto. Se disputarán a partir del 10 de septiembre tal y como han sido fijados y (el Fenerbahce) jugará dentro de la competición en la que estaba previsto”, afirma el comunicado.

La TFF justificó su resolución en las “decisiones del 15 de agosto”, cuando el presidente federativo, Mehmet Ali Aydinlar, avisó de que no se tomarán represalias contra los equipos antes de que la Justicia ordinaria haga públicas sus acusaciones.

Sin embargo, la propia Federación turca fue la que, bajo la amenaza de sanciones por parte de la UEFA, decidió esta semana impedir la participación del Fenerbahce en la Liga de Campeones y envió en su lugar al subcampeón, el Trabzonspor.