Neymar llegó al Barcelona de España con 21 años y a pesar de que lo hacía con bombos y platillos, generando gran expectativa, su transición no fue nada fácil y el entorno y la vergüenza hicieron lo suyo en esos duros primeros días. El propio jugador brasileño lo explicó en una entrevista.

En Brasil, con el Santos y su selección ya era considerado la joya del momento, el más importante descubrimiento y el abanderado del cambio que necesitaba la ‘verdeamarilla’.

Pero no fue fácil. Neymar señala que toda su fama en Brasil y en el mundo de nada le valieron cuando entró por primera vez al vestuario del Barcelona, plagado de estrellas y con Lionel Messi como ídolo. Lo que le pasó es normal, solo tenía 21 años.

“Cuando entré por primera vez al vestuario, miraba para un lado y estaba Messi, miraba para el otro y estaba Iniesta o Xavi… Pensaba que estaba dentro de un videojuego. Un día estaba jugando con ellos en PlayStation y al siguiente estaba allí dentro con ellos. El primer mes fue bien complicado, incluso tenía vergüenza de hablarle a Messi, pues es un ídolo para mí. Además, prácticamente era el joven del grupo”, declaró Neymar.

“Cuando te vas al Barcelona, comienzas todo de cero. Lo que has hecho en Brasil no vale de nada, ahí tienes que demostrar lo que vales. Tuve dificultades para adaptarme pero al final todo salió bien gracias a la ayuda de mis compañeros, familia y amigos. Eso me ayudó a mantenerme enfocado y concentrado”, añadió.

Tras la boda de Messi, Neymar se metió de lleno a sus vacaciones. Está citado para el inicio de la pretemporada con el Barcelona el 12 de julio.

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