Era un 24 de diciembre de 1914, hace ya 101 años, y el mundo atravesaba por su que marcaría el destino de la humanidad. El conflicto se había trasladado a casi todos los países de Europa, pero algo histórico ocurrió aquella Nochebuena.

En Ypres, al sur de Bélgica, se encontraban luchando el bando alemán y el inglés en plena etapa de la Guerra de Trincheras. Ese día la noche cayó muy rápido en el campo de batalla y había que celebrar .

Entonces los alemanes no dudaron en entonar con todas sus fuerzas villancicos navideños. En seguida fueron escuchados por los ingleses, quienes no se quedaron atrás.

Cuenta la historia que uno de los alemanes salió cantando de su trinchera acompañado por otro que tocaba la armónica. Los ingleses no tardaron en verlos e hicieron los mismo.

Aquella noche los alemanes decoraron sus trincheras con velas. Los ingleses, guiados por un escocés, salieron también al aire libre portando banderas blancas y los abrazos empezaron a llegar. La despiadada Primera Guerra Mundial había entrado en un tregua navideña (Christmas Truce).

Todos empezaron a desearse una feliz Navidad mientras intercambiaban raciones de comida, licor, tragos y/o cigarrillos. Algunos mostraban las fotografías de sus madres, esposas o novias. Fue simplemente una noche pacífica y de regocijo.

A la mañana siguiente llegaron las mayores muestras de afecto: todos juntos, sin diferenciar colores de banderas, fueron a buscar a sus compañeros fallecidos en batalla y los enterraron. Un sacerdote escocés y un monaguillo inglés fueron los encargados de realizar la misa para orar por todos.

Pero el día no acababa aún. Entonces misteriosamente apareció un balón, seguramente sacado por algún británico, y rápidamente se volvieron a armar los bandos, pero ya no para luchar, sino para jugar al fútbol.

Los alemanes ganaron 3-2, pero eso es lo de menos. Quedará en la historia de la humanidad que aquel día la guerra se mandó al diablo, que los hombres eran hombres que querían vivir y disfrutar, que aquella guerra pudo quedó al margen porque los hombres se lo propusieron y que la Navidad representa la unión y el sentimiento de amor.

“Si la tregua se hubiera prolongado otra semana, habría sido muy difícil reiniciar la guerra”, contó un soldado inglés cuando concluyó la guerra. Y es que los altos mandos de la Triple Alianza y la Triple Entente se habían enterado de la paz momentánea y rápidamente ordenaron que todo vuelva a la ‘normalidad’.

Monumento a la Tregua de Navidad

Navidad 2016

Este video intenta describir lo que pasó el 24 y 25 de diciembre en Ypres durante la Primera Guerra Mundial. Imperdible.