“La FIFA apoya plenamente la organización de la Copa Mundial por parte de Rusia. Un boicot nunca tendrá efectos positivos. Confiamos en el país y en su Gobierno”, dijo Joseph Blatter.

Debido al papel ruso en el conflicto ucraniano, algunos países occidentales plantearon la posibilidad de boicotear el primer Mundial en territorio ruso o incluso arrebatarle el derecho a organizarlo.

“Rusia es el país más grande del mundo. El fútbol no sólo puede unir Rusia, sino mostrar a todo el mundo que es más fuerte que cualquier movimiento de protesta”, señaló.

Blatter destacó que, “en comparación con Brasil, Rusia está considerablemente por delante de los plazos previstos cuando faltan cuatro años para el comienzo del torneo”.

Recordó que en los Juegos Olímpico de Invierno de Sochi celebrados en febrero pasado los dirigentes occidentales, no acudieron a la cita.

“Ya ocurrió la misma situación antes de Sochi, pero ni durante ni después se ha pronunciado una sola palabra contra estos Juegos”, dijo.

Y adelantó que, con el fin de evitar fricciones, las selecciones de Rusia y Ucrania no serán incluidos en el mismo grupo en el Mundial del 2018.

Además, propuso celebrar la ceremonia de inauguración del Mundial un día antes del comienzo oficial.

“Es posible. Lo intentamos en Alemania 2006, pero no salió bien. Confío en que en 2018 la ceremonia se celebrará antes. Hay tres estadios en Moscú en los que podemos organizar la ceremonia de apertura”, aseveró.

Blatter se encuentra en Moscú para la presentación del logotipo del Mundial Rusia 2018 en la fachada del Teatro Bolshói.

Es de sobra conocida la buena relación entre Blatter y Vladímir Putin, por lo que no se descarta una reunión entre ambos, si la apretada agente del jefe del Kremlin lo permite.