El fútbol es impredecible. El Barcelona quedó eliminado ante su gente tras empatar 2-2 con el Chelsea y ya no estará en la final en Múnich. El cuadro de Di Matteo espera al vencedor entre Bayern y Real Madrid.

El partido tuvo casi la misma tónica del encuentro de ida, con un Chelsea que esperó en su campo apelando a algún contragolpe letal y esta vez parece haber perfeccionado su teoría.