El centro de Kazán, donde debutaron las selecciones de y en la , se vistió de tricolor para animar a la selección mexicana, cuyos aficionados inundaron las calles de la ciudad rusa con su alegría y desparpajo.

El verde de las camisetas mexicanas, los sombreros y las banderas tricolor se vieron aquí y allá por todo el centro de la histórica capital de Tatarstán, ante la ausencia total e inexplicable de aficionados portugueses, como pudo comprobar la cadena Efe tras recorrer durante tres horas las zonas más señeras de Kazán.

Cuando faltaban sólo unas pocas horas para que el balón eche a rodar sobre el césped del espectacular estadio Kazán Arena, da la impresión de que México ya ha ganado el partido, al menos en cuanto a la presencia de su afición.

Por lo demás, los seguidores de la tricolor son conscientes de la importancia del primer partido del Grupo A, en el que se enfrentan a la campeona de Europa y a una de las grandes favoritas para llevarse el torneo, con permiso de Portugal.