Dries Mertens tirado en el campo de juego luego de que le metieran un cabezazo y lo sacaran del partido.

La selección de Bélgica tampoco pudo doblegar a Gales, que se mantiene firme en su camino hacia la Eurocopa de Francia después de cuatro partidos en los que nadie ha conseguido ganar al equipo que lidera Gareth Bale.

El sueño de Gales de volver a una gran competición, desde la última y única que disputó en el Mundial de Suecia de 1958, no se desvaneció después de conseguir puntuar el estadio Rey Balduino de Bruselas. Bélgica no bajó de la nube a un equipo que hasta hoy se había enfrentado a selecciones menores como Chipre, Andorra y Bosnia.

No había cedido una derrota, pero los marcadores de aquellos duelos, muy ajustados, auguraron sufrimiento en duelos de más enjundia. Los “Diablos Rojos”, un rival de entidad, iban a poner a prueba a los hombres de Chris Coleman, que propusieron un sistema defensivo pero inteligente para conseguir unos puntos que eran muy importantes para su objetivo de alcanzar la gloria.