El delantero italiano del AC Milan jugó ante la Juventus el fin de semana, no anotó, su equipo perdió y al intentar hacer “la Mano de Dios” solo terminó ganándose la burla de todos, además de una amarilla.

Se jugaban los 51 minutos del partido que estaba igualado 1-1 en el estadio Giuseppe Meazza, cuando una pelota quedó en el aire dentro del área chica, a la que Mario Balotelli metió la mano para empujarla al fondeo del arco.

Era demasiado evidente, el árbitro lo pilló, amonestó y luego de unos minutos, Balotelli fue cambiado por Kevin Prince Boateng.