Mario Balotelli, fiel a su estilo de vida, a su comportamiento y la imagen que proyecta, no cree en la buena o la mala suerte. Para él, un penal no es una ruleta rusa ni nada parecido.

Balotelli tiene la fórmula. Sabe qué hacer para no fallar penales. Y debe funcionar, pues hasta el momento, en toda su carrera, ha pateado 26 penales y nunca ha fallado: Con el Inter de Milán marcó 6 de 6, con el Manchester City 9 de 9, con el Milan 7 de 7 y con la selección italiana 4 de 4.

“Es un juego mental entre el portero y yo”, soltó el polémico delantero italiano de origen ghanés.

“Sé cómo controlar mi mente y cuando el portero se mueve delante de mí significa que en este juego de la mente ha perdido”, agregó.

Existe, además, una posible razón que sirva para explicar el acierto del delantero del Milan sin cargarlo todo a lo psicológico. Su técnica de disparo, de más a menos velocidad conforme se acerca a ejecutar el disparo que realiza ya casi parado frente al esférico, hace que sea el portero el que se precipite lanzándose a uno u otro costado permitiendo así que Balotelli decida la dirección de su disparo en décimas de segundo.