Un gol en el descuento del holandés Robin Van Persie y dos en la primera parte del inglés Wayne Rooney desactivaron en casa al vigente campeón de la liga inglesa, el Manchester City (2-3), que salió del derbi seis puntos por debajo del Manchester United.

Al cuarto de hora, el United había desaparecido del partido, y ese fue el momento preciso en el que Van Persie, por sorpresa, dio la orden de salida para que los “diablos rojos” lanzaran su caballería contra el campo enemigo.

Wayne Rooney, que aceptó la entrega de Young para recortar a Gaël Clichy y Gareth Barry antes de conectar un tiro suave que dejó clavado a Hart sobre la línea y se introdujo en la portería arañando el palo izquierdo.

Poco antes de la media hora, los de Ferguson asestaron un segundo golpe que se antojaba mortal: el brasileño Rafael da Silva trazó desde la derecha un centro raso y Rooney, que había pasado inadvertido para la defensa, apareció entre líneas para dejar el cuero por segunda vez en la red.

En el complemento, tras varios rebotes en el interior del área de De Gea, Tévez dejó el balón al marfileño Touré Yaya, que acertó a rematar a la red un gol que desestabilizó definitivamente el duelo.

A la salida de un córner, el argentino Pablo Zabaleta se encontró al borde del área con el balón en los pies y sin defensores a su alrededor: no lo dudó y descerrajó un disparo que igualaba el partido.

Si algún equipo parecía más cerca de ponerse por delante era el City, pero los “diablos rojos” volvieron a tirar de oficio y, por medio de una jugada a balón parado, Van Persie puso la puntilla a un encuentro épico con el tercer y definitivo tanto de los visitantes.