El Liverpool se presentó en Manchester más ansioso que los locales y recogió el guante que le lanzaron los de Alex Ferguson al inicio el partido: vestidos con su equipación negra, fueron los de Brendan Rodgers quienes cargaron con el peso del encuentro en los primeros minutos.

El Manchester United se limitaba a presionar en la zona de salida del balón de los visitantes y se aseguraba de que ningún futbolista del Liverpool caminara solo, lo que le bastaba para que el arquero español David De Gea no se viera amenazado.

Un centro de Patrice Evra encontró a Van Persie en su lugar natural, el centro del área, desde donde golpeó el cuero con su pie izquierdo e hizo inútil el esfuerzo del español Pepe Reina por evitar el primer gol del United, el decimoséptimo del holandés esta temporada en la Premier.

Los “diablos rojos” habían impuesto su dominio durante casi media hora en la primera parte, pero no fue hasta el minuto nueve de la segunda cuando lograron un segundo tanto que parecía inapelable.

Van Persie sirvió una falta desde fuera del área con un balón bombeado en dirección a Evra, que se escurrió por detrás de la defensa “red” para entrar por el segundo palo y cabecear un balón que, tras rebotar en su compañero Vidic, terminó en la red.

No tenía intención de tirar la toalla el Liverpool, que han escalado varias posiciones en la tabla en las últimas semanas hasta situarse en una octava plaza desde donde las competiciones europeas ya no parecen tan inalcanzables como antes.

Con el uruguayo Luis Suárez desactivado por la defensa del Manchester United en algunos tramos, fue Steven Gerrard quien tomó las riendas en el peor momento para los suyos.

El centrocampista inglés sorprendió a los locales tres minutos después del 2-0 con un chute desde fuera del área que no se coló en la red gracias a la mano que sacó De Gea en el último momento.

El balón quedó sin dueño en el área y el también inglés Daniel Sturridge se supo aprovechar de que el defensa brasileño Rafael da Silva estaba demasiado lejos para llegar al cuero y empujarlo a gol, un primer peldaño hacia un empate que los “reds” no supieron materializar a pesar de las numerosas opciones que fabricaron en el último tramo del partido.

EFE