El delantero cree que con 31 años puede llegar a disputar el en Catar y ve el de como una buena oportunidad para sacarse la espina de lo que vivió hace cuatro años en el de Brasil.

“No creo que sea mi último Mundial, cumplí 31 en enero, todavía queda, pero obviamente que estoy disfrutando mucho el momento en la actualidad”, declaró el jugador del a la radio local Rincón.

Añadió que encarará el Mundial de Rusia con el deseo de sacarse “la espina a nivel personal”, al aludir a su expulsión del torneo por propinar un mordisco a un rival.

La separó del Mundial de Brasil a Luis Suárez por morder al italiano Giorgio Chiellini en el partido que clasificó a la Celeste a los octavos de final.

Aseguró que en ese torneo, que encaró con una recuperación sorprendente de una lesión, pudo “aportar mucho más” a su país.