En una final con pocas emociones y un juego bastante táctico que, en muchas ocasiones, dejó el espectáculo de lado, el fue superior desde el arranque y consiguió un sólido triunfo de 2-0 sobre el proclamándose campeón de la 2018-2019 en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid. Los goles vinieron por cuenta de Mohamed Salah al minuto 2 y Divock Origi a los 87.

El disparo desde los once metros resume un choque cargado de alicientes, prometedor, pero superado por el exceso de respeto la falta de ritmo y la escasa precisión. Solo resucitó al final. Cuando el Tottenham acudió a la desesperada en busca del empate y se frustró del todo con la sentencia de Origi sin solución.

Fue la reconquista de Europa del Liverpool, que dejó al Tottenham sin completar su sueño en una temporada plagada de milagros pero cruel al final.

Le bastó con esos dos destellos al Liverpool para dejar atrás sus decepciones recientes y devolver al primer plano de la competición al fútbol inglés, que puso fin al exitoso ciclo español, acaparador de la copa en el último lustro. En Madrid, el Liverpool recupera la gloria para Inglaterra que tuvo al Chelsea, en el curso 2011-12 tras vencer en los penaltis al Bayern Múnich, a su último campeón.

Más han tardado los reds en recuperar el mando. Catorce temporadas después el Liverpool manda en Europa el día que Klopp se reencontró con el éxito después de siete finales perdidas. La más reciente la del pasado año en Kiev. Aunque también dolorosa la del 2013, cuando dirigía al Borussia Dortmund ante el Bayern en Wembley.

El duelo comenzó sin reserva alguna. Ni Mauricio Pochettino ni Jurgen Klopp quisieron ahorrar nada en la final. El técnico argentino tiró de Harry Kane, a pesar de estar fuera de la competición desde que se lesionó en el tobillo derecho el pasado 9 de abril contra el Manchester City.

Abanderó el ataque de su equipo el capitán inglés para los spurs igual que Roberto Firmino en el Liverpool. La presencia del brasileño era presumible. Llevaba tiempo ejercitándose con normalidad con el resto del plantel. La duda expresada por su entrenador en la víspera solo podía formar parte de la estrategia. Los reds ya tenían a su tridente de nuevo.

Una puesta en escena alentadora igual que el arranque del partido, desnivelado en la primera jugada. Nada más sacar de centro. En el primer balón que llegó al área del Tottenham y que fue recogido por el senegalés Sadio Mané. Su intento de pase fue interceptado con el brazo por el francés Moussa Sissoko. El egipcio Mohamed Salah no falló desde los once metros y puso por delante al Liverpool a los dos minutos de juego.

La acción, lejos de agitar el encuentro lo adormeció. Tuvo un efecto sedante para dos equipos que presumen de tener las mejores transiciones de la competición. De jugar a todo ritmo. De ejercer una presión asfixiante sobre el rival.

Nada de eso. El gol encajado asustó al Tottenham, invadido por la imprecisión y por el temor a encajar un nuevo revés que fuera definitivo. No hubo noticias de Alisson hasta ese momento, el portero ‘red’, casi un mero espectador por su área.

El Liverpool, lejos de intentar aprovechar las dudas de un rival atemorizado, optó por especular, por adormecer el juego, agotar el tiempo y jugar al fallo del rival. Fueron los laterales los que amenazaron a Hugo Lloris en acciones puntuales. Un tiro lejano de Trent Alexander Arnold que rozó el palo, al cuarto de hora de juego, y otro posterior de Andrew Robertson que tuvo que desviar el capitán francés, fueron todo el bagaje ofensivo del conjunto de Jurgen Klopp antes del intermedio.

Nada había tenido que ver el Liverpool con el que sonrojó al Barcelona en semifinales. Tampoco hubo noticias del Tottenham plagado de recursos que desplumó en Amsterdam al Ajax.

No le dio más allá de una hora a Firmino, del que nada se supo. Klopp recurrió a Divock Origi, uno de los héroes de Anfield ante el conjunto de Ernesto Valverde. James Milner lo hizo a continuación en lugar de Georginio Wijnaldum, otro sin protagonismo. Algo no le gustaba a técnico de Stuttgart.

Pochettino pensó en Lucas Moura, que se ganó el derecho a ser protagonista en la final tras el ‘hat trick’ de Amsterdam. Dispuso de media hora el brasileño, en medio de un partido ya con más espacios pero sin ocasiones de gol.

Fue Milner el que pudo ensanchar la renta red con un disparo desde la media luna que rozó el palo con Lloris batido después de una ágil jugada de Mané, el que más puso de su parte para agitar el ataque del cuadro de Anfield.

Se desató el Tottenham al final. Encerró al Liverpool en su área y encontró ocasiones de sobra para llevar el choque a la prórroga. Primero con un tiro del surcoreano Son Heung Min y acto seguido de Lucas Moura. Bajo palos se topó con Alisson, una garantía. Son tuvo otra después, pero el meta brasileño destacó.

En pleno entusiasmo londinense, con Fernando Llorente ya en el campo ante la desesperación de una igualada que no llegaba, Origi evitó la zozobra y la posibilidad de la prórroga al superar a Hugo Lloris con un tiro cruzado, rubricar la final y ensanchar la historia del Liverpool.

Liverpool vs. Tottenham | Minuto a minuto:

Liverpool vs. Tottenham | Posibles Alineaciones:

Tottenham Hotspur: Hugo Lloris, Kieran Trippier, Toby Alderweireld, Jan Vertonghen, Danny Rose; Moussa Sissoko (Eric Dier, m.74), Harry Winks (Lucas Moura, m.65); Dele Alli (Fernando Llorente, m.81), Christian Eriksen, Son Heung Min y Harry Kane.

Liverpool: Alisson Becker; Trent Alexander Arnold, Joel Matip, Virgil Van Dijk, Andrew Robertson; Jordan Henderson, Fabinho, Georginio Wijnaldum (James Milner, m.62), Mohamed Salah, Roberto Firmino (Divock Origi, m.58) y Sadio Mané.

Liverpool vs. Tottenham | la previa:

Once años después de la primera final inglesa de la historia de la Champions League, tras la reciente definición entre Chelsea y Arsenal por el título de la Europa League, la temporada de clubes echa su cierre con un duelo tremendo y a todas luces inesperado. Sigue el minuto a minuto, las estadísticas y los goles del cotejo.

Tottenham Hotspur y Liverpool serán los protagonistas, el escenario el Wanda Metropolitano de la capital española y el premio heredar el trono que ha regentado las tres pasadas ediciones Real Madrid y las cinco últimas el fútbol español. Inglaterra se catapultará al lugar que llevaba echando de menos varios años.

Pocos hubieran apostado porque Liverpool repitiese la hazaña de alcanzar la final. Más teniendo en cuenta los tres partidos perdidos fuera de casa en la liguilla o el 3-0 encajado en el Camp Nou. Lo del alemán Jürgen Klopp es un milagro cuya explicación es plausible que esté fuera de este mundo.

Pero es que lo del argentino Mauricio Pochettino no es para menos. No gastó en el mercado veraniego ni en el invernal, convirtiéndose en el primer equipo de la rimbonbante Premier League en hacerlo, y cuando nadie le esperaba, obró el más difícil todavía.

Dejó fuera de manera dramática al Manchester City y acortó la vida de muchos corazones londinenses con lo acontecido en el Amsterdam Arena. Quizás lo de Pochettino también tenga una explicación divina.

Como lo podría tener la cuasi milagrosa recuperación de Harry Kane. Afectado por una lesión de tobillo provocada en la ida de cuartos, el inglés es la gran duda de un Tottenham que parte como no favorito, que nunca ha estado en la final (su tope son las semifinales de 1962) y que no levanta un trofeo desde 2008.

Al Liverpool, la experiencia le tiñe canas. Posee cinco **Champions **y viene de un subcampeonato digno de cualquier tragedia griega el año pasado (cayó ante Real Madrid en Kiev). Klopp ya ha perdido dos finales. Otra derrota más no encontraría sentido ni a millones de años luz.

El alemán se encontrará con la importante baja del centrocampista guineano Naby Keita, fuera por un problema en la ingle, pero recuperará al delantero brasileño Roberto Firmino, quien se perdió la recta final de la temporada.

Los ’Reds’ están tocados después de perder su mejor Premier League de su historia, heridos en un alma que podría encontrar buen cobijo al amparo de una ’Orejona’, pero reforzados por la heroica remontada ante el Barcelona en Anfield.

El más que probable retorno de Firmino al once rearma el temible tridente ofensivo del conjunto de Klopp, que podría otorgar también la titularidad en el mediocampo al holandés Georginio Wijnaldum, en detrimento de James Milner, para otorgar capacidad de llegada y mantener la intensidad en la presión, una de las principales armas en busca de la verticalidad.

Los ’Spurs’ saben que de ganar harían una leyenda impensable hace meses. Algún avispado sacará, si ganan, un boleto de apuestas clamando que él lo predijo. La realidad es que nadie lo esperaba. Mérito doble.

La reaparición de Harry Kane se antoja como un factor determinante para la final. Fernando Llorente cumplió a la perfección en el camino hacia el Metropolitano, pero el ‘9’ inglés es un jugador diferencial.

Pochettino llega a la final con opciones y variables tras las recuperaciones de los Kane e incluso el colombiano Davinson Sánchez. El brasileño Lucas Moura, héroe de la semifinal ante el Ajax, incluso podría quedarse fuera del once.

Hasta Harry Winks surge con opciones en la medular, pero se podría decantar por el músculo de Eric Dier y Moussa Sissoko para acompañar al danés Christian Eriksen y dejarle más libertad para lanzar a los Dele Alli, Heung-min Son y Kane.

Más de tres siglos después de la Batalla de Worcester, los ingleses se enfrentan en otra lucha fratricida.

Entonces, era 1651 y el fútbol no estaba ni cerca de ser el pensamiento aislado de un loco inventor. Era un 3 de septiembre cuando las tropas parlamentaristas derrotaron a las monárquicas en la batalla de Worcester para poner punto final a la guerra civil inglesa.

Han pasado más de 350 años para que esta vez la refriega sea deportiva, más refinada, dulce y quizás romántica. Han pasado siglos para que las balas, los cañones y las escopetas se hayan transformado en un balón de fútbol y en unas cuantas indumentarias que los únicos proyectiles de los que protegen son de los insultos del aficionado.

Worcester, un capítulo más de la negra crónica fratricida, da paso a la segunda final británica de la historia de la Liga de Campeones, que desde el Wanda Metropolitano catapultará a Inglaterra al lugar que llevaba echando de menos varios años. Worcester puso fin a una guerra civil, Madrid abre las puertas de un imperio.

Liverpool vs. Tottenham | Horarios del partido:

14:00 horas – Perú, México, Colombia, Ecuador, Estados Unidos (Chicago) (Nueva York +1, Washington +1, Florida +1, Nevada -2)

15:00 horas – Venezuela, Bolivia, Paraguay, Chile

16:00 horas – Argentina, Uruguay, Brasil

20:00 horas – Reino Unido

21:00 horas – España, Italia, Francia, Alemania

22:00 horas – Catar y Arabia Saudita

03:00 horas del domingo – China

04:00 horas del domingo – Japón y Corea del Sur