El Manchester United fue goleado 3-0 por el Liverpool en el mismo Old Trafford y sigue en un nivel irreconocible esta temporada en la Premier League.

El equipo del escocés David Moyes, que debe estar en la cuerda floja luego de este resultado, mostró intención de juego pero muy poca claridad, como si los jugadores referentes, como Rooney y Van Persie se hubieran apagado o no tuvieran el destello de temporadas anteriores.

El más claro del equipo del Manchester fue Fellaini pero no encontró en sus compañeros alguien con quien juntarse. Con las pocas ideas del equipo de Moyes, era claro que la intensidad del Liverpool podría hacer daño en cualquier momento.

Llegó así un error de Rafael con una mano infantil tras jugada de Luis Suárez que el árbitro Mark Clattenburg no dudó en cobrar como penal.

Gerrard a los 34 minutos puso el primero desde los doce pasos y la hinchada local esperaba lo peor, que llegaría luego del descanso.

Al minuto de iniciada la segunda mitad otro penal cobrado para el Liverpool por falta de Jones contra Henderson determinó que nuevamente el capitán del Liverpool ejecute sin titubear la pena máxima poniendo el 2-0.

El partido se tornó impreciso por parte del Manchester United que intentaba descontar pero se exponía al contragolpe del Liverpool.

De esta forma llegó un penal inventado por una supuesta falta de Vidic sobre Sturridge que significó la segunda amarilla para el serbio y otro disparo desde los doce pasos de Gerrard que, esta vez, como si la justicia divina sí existiera en el fútbol, tiraría al poste.

Sin embargo, el Liverpool estaba más cerca del tercero que el Manchester del descuento y así llegó el gol del uruguayo, el infaltable, Luis Suárez para definir el partido a los 84 minutos.

3-0 categórico y humillante para el Manchester United que ubica al Liverpool en el segundo lugar con 62 puntos, cuatro menos que el Chelsea aunque con un partido menos.