El reelecto presidente de la FIFA rechazó este viernes las acusaciones de corrupción vertidas contra su organismo y pidió tiempo para que una comisión ética investigue los casos sospechosos.

“La FIFA no es corrupta. No puede decirse eso de modo general”, afirma Blatter en una entrevista al diario suizo “Tagesanzeiger”, dos días después de ser reelegido para su cuarto mandato en una tumultuosa asamblea marcada por la inhabilitación, por supuesta corrupción, del contracandidato catarí Mohammed Bin Hamman.

“Déjenme trabajar. No podemos aún hacer nada, porque la oficina está cerrada. El viernes empezamos”, añade el presidente, quien insiste en que el barco (de la FIFA) ha atravesado “aguas turbulentas”, pero que en el congreso que le eligió se logró imponer disciplina.

Blatter evita una pregunta acerca de las sospechas de que Bin Hamman viajó al Caribe con un millón de dólares en la maleta para comprar votos y afirma no saber “si eso está probado o no”.