La FA también advirtió a Mourinho sobre los riesgos de repetir esta conducta en el futuro pues es reincidente esta temporada, a pesar de que no reconoció haber infringido las normas de la organización durante una audiencia con la Comisión Independiente Reguladora.

En la recta final del partido en el Villa Park, el árbitro, que ya había expulsado a Willian, enseñó tarjeta roja a Ramires y dejó al Chelsea con 9 futbolistas, una situación que hizo perder los nervios a Mourinho, que entró al terreno de juego para protestar la expulsión.

El colegiado del encuentro, Chris Foy, enseñó entonces la roja a Mourinho, como ya había ocurrido en octubre en un encuentro ante el Cardiff.

En relación con su actuación, José Mourinho justificó recientemente que en otras ocasiones encuentra “razones naturales” para perder un partido, pero que en el caso del encuentro contra el Aston Villa “es difícil”.

“Lo que pasó en la derrota contra el Villa nunca lo sabré y nunca lo aceptaré”, apuntó Mourinho, que calificó el encuentro como “un partido de fútbol que no es normal”.