El año empezó con problemas para el futbolista colombiano del Real Madrid James Rodríguez, quien fue detenido por conducir su lujoso vehículo a gran velocidad camino al lugar del entrenamiento, pero su excusa ha dado que hablar.
Los policías de carreteras de Madrid pedían a James Rodríguez que se detenga por estar conduciendo a 200 kilómetros por hora. El colombiano no se detuvo hasta llegar a la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
“Deténgase a la derecha, deténgase a la derecha. Le íbamos persiguiendo a 200 kilómetros por hora”, fue lo que le decía la policía a James.
El jugador cafetero se metió a la sede del Real Madrid y ahí fue requerido por los policías. La excusa que dio James Rodríguez para no detener su bólido fue: “Pensaba que era un secuestro”.
Como era de esperarse, las autoridades no creyeron la misma y ahora a James le espera una cuantiosa multa y le podrían quitar su licencia de conducir, tal como le pasó a su compañero de equipo, el francés Karim Benzemá.