Los episodios de indisciplina de los jugadores y los malos resultados condenaron al técnico argentino Claudio Borghi, que este miércoles fue despedido de la selección de Chile tras casi 21 meses al frente de la Roja.

Borghi fue presentado como seleccionador el 24 de febrero de 2011. Fue la apuesta de Sergio Jadue, que había sido nombrado presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile.

Los nuevos jerarcas del fútbol chileno estaban convencidos de que Borghi era la persona ideal para mantener el buen rumbo de la selección gracias a su conocimiento del fútbol local y a la cercanía que mantenía con varios jugadores de la plantilla, a los que dirigió años antes en el Colo Colo.

Parece, sin embargo, que el vestuario interpretó erróneamente el ambiente de distensión que proponía Borghi y la indisciplina regresó al fútbol chileno.

En octubre del año pasado, Jean Beausejour y Jorge Valdivia terminaron una noche de farra con un desayuno en una concurrida cafetería de Santiago, pocas horas antes de entrenar. Varios testigos relataron que los futbolistas mostraban evidentes síntomas de ebriedad, aunque ellos lo negaron y Borghi no tomó cartas en el asunto.

En noviembre del mismo año, antes del partido de clasificación a Brasil 2014 frente a Uruguay, tuvo lugar el episodio más sonado.

Beausejour y Valdivia volvieron a ser los protagonistas, aunque esta vez estuvieron acompañados por Carlos Carmona, Gonzalo Jara y Arturo Vidal. Los jugadores llegaron tarde a la concentración del equipo y en estado de embriaguez, después de asistir al bautizo de una hija de Valdivia.

El día después de los hechos, los futbolistas excepto Vidal ofrecieron una rueda de prensa en la que negaron haber llegado borrachos y acusaron a Borghi de mantener actitudes poco profesionales como entrenador, aunque no dieron más detalles.

La ANFP decidió castigar a los jugadores con diez partidos de sanción. Vidal, que se marginó de la rueda de prensa, recibió cinco partidos de castigo.

En junio de este año, Borghi expulsó de la convocatoria para jugar contra Venezuela a Gary Medel y Eduardo Vargas, que fueron sorprendidos de madrugada en una discoteca de la capital.

Más allá de los aspectos extradeportivos, que menguaron la autoridad de Borghi en el vestuario, los resultados futbolísticos tampoco acompañaron. El argentino dirigió un total de 27 partidos, con un saldo de once triunfos, once derrotas y cinco empates.

A Sampaoli le “seduce bastante” esta posibilidad, según dijo una fuente de la directiva de la U a la edición digital del diario El Mercurio, aunque el argentino tiene una cláusula de salida de 1,1 millones de dólares. EFE