Real Madrid ganaba 1-0 a la Real Sociedad, el portero Adán se ganó una tarjeta roja y además un penal.

Iker se puso de inmediato los guantes y el mejor del mundo saltó a la cancha ante la gran ovación de todo el Bernabéu.

El golero no pudo detener el remate de Xabi Prieto, que significó el 1-1 transitorio, pero los hinchas de Real Madrid fueron extrañamente felices desde aquel minuto decisivo.