Acababa de cumplirse el minuto 20 del primer tiempo cuando Mangala, llegado este verano del Porto por casi 50 millones de euros, se equivocó en un despeje y marcó un gol en propia puerta.

El inglés Liam Rosenior había avanzado por la derecha para lanzar un centro que el central del City trató de despejar sin fortuna.

Los locales se animaron al ver que el actual campeón de la liga inglesa estaba a tan solo un gol de distancia.

Los de Steve Bruce no creaban excesivo peligro ante la meta del Manchester City, pero su insistencia se vio recompensada cuando el árbitro pitó penalti por una rodillazo de Mangala a Hernández.

El atacante del Hull City asumió la responsabilidad desde los once metros y no falló: disparó un tiro raso, pegado al palo izquierdo, que engañó al portero argentino Willy