Qué mala suerte. Durante un partido de fútbol de la Segunda División de Holanda ocurrió el que sería el mejor gol en propia puerta del año. Un verdadero autogolazo.

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Se enfrentaban el FC Eindhoven contra el FC Oss por la jornada 36 de la Eerste Divisie (torneo de ascenso de Holanda), cuando a los 18 minutos del primer tiempo, el defensa del FC Oss, Jordi Balk, en su intento por rechazar el balón, terminó metiéndola desde fuera del área con un remate potente, con efecto, que dejó parado a su arquero. Un golazo en propia puerta.

El rostro de Balk lo decía todo. No tuvo más que bajar la cabeza y seguir jugando, aunque el daño ya estaba hecho.

Al final, el FC Eindhoven venció por 2-1 y se ubica segundo en la clasificación general, con claras opciones de lograr el ansiado ascenso.