En el final del 3-1 de Argentina contra Alemania, hubo una pequeña interrupción. Fue cuando un fan entró en la cancha corriendo y se dio el gusto: saludó a Lionel Messi y le quiso entregar unas flores. Messi tuvo la mejor onda con el intruso, le estiró el brazo y después sonrió, mientras el hincha salía corriendo.

El fan lo festejó como si hubiera marcado el gol de su vida y fue ovacionado por todo el estadio.