Un gol de Cícero en el minuto 83 dio la victoria al en la ida de la final de la ante un sólido en defensa, pero que para la vuelta está obligado a ganar en casa el miércoles.

El Gremio, que juega su quinta final de la Libertadores y atesora dos títulos, acusó la presión y tuvo dificultades ante un rival que pocos espacios ofreció.

Sin inquietar la portería rival en la primera mitad, el Gremio tuvo en Marcelo Grohe a su figura, con dos intervenciones en el primer tiempo que evitaron sendos goles, a disparo de Martínez y cabezazo de Brigheri.

En la segunda mitad, el Gremio se quitó la presión y buscó la portería rival con más insistencia ante un Lanús que daba por bueno el empate.

Cícero, que había entrado unos minutos antes, rompió el empate tras una jugada aérea, en la que Edílson colgó el balón a la frontal, Jael, que también llevaba pocos minutos en el césped, la tocó con la cabeza y dejó sólo al volante, que sólo ante Andrada, se estiró para rematar a gol.