Sobre el césped de White Hart Lane, al norte de la capital británica, se enfrentaban dos conjuntos dispuestos a dejarse la piel en el campo por los tres puntos.

El Tottenham, que inició la temporada pensando en la clasificación para la Champions, corre el peligro de quedarse atascado en el medio de la tabla.

La derrota por 6-0 ante el Manchester City la pasada jornada ha dejado al equipo londinense temblando y a su entrenador, el portugués André Villas-Boas, en la cuerda floja.

Tottenham llevó la iniciativa en el encuentro y se adelantó en dos ocasiones, por medio del inglés Kyle Walker y el brasileño Sandro Raniere, pero Wayne Rooney se encargó de equilibrar por dos veces el marcador a favor del Manchester United, la segunda de ellas de penal.

EFE