El Chelsea no supo hacer valer el tanto del nigeriano Victor Moses, en el minuto 61, y cedió el primer puesto al Manchester United, que ganó esta tarde al Arsenal por (2-1).

Incluso con la ausencia de Mata, seis de los veintidós futbolistas que saltaron al césped del Liberty Stadium eran españoles: César Azpilicueta, Oriol Romeu y Fernando Torres por parte de los visitantes, y Ángel Rangel, Miguel Pérez “Michu” y Pablo Hernández por los locales.

Además de la ausencia de Mata en el centro del campo, que menguaba la profundidad de los “blues”, Di Matteo tenía problemas también esta tarde en su defensa, en la que faltaba una jornada más el inglés John Terry, que cumple sanción por dirigir insultos racistas a su compatriota del QPR Anton Ferdinand la temporada pasada.

Al Chelsea le costó encontrar el ritmo del encuentro, si bien logró dar pausa a su juego y controlar el cuero a mitad de la primera parte, a pesar de que no generaba suficientes ocasiones de peligro ante el arquero alemán Gerhard Tremmel.

El Swansea del danés Michael Laudrup, bien plantado sobre el terreno de juego, sabía frenar las embestidas de un Chelsea menos afilado de lo habitual, pero le faltaba algo de olfato goleador, a pesar de los intentos constantes de Pablo Hernández por horadar la defensa “blue”.

Fue en el arranque del segundo tiempo cuando los visitantes parecieron acostumbrarse a la falta de liderazgo en el centro del campo y comenzaron a crear espacios y pasar balones envenenados hacia el área rival.

A pesar de las dificultades, la tenacidad de los londinenses obtuvo su recompensa en el minuto 61, cuando el nigeriano Victor Moses remató de cabeza un balón que había tocado previamente en el interior del área el brasileño Ramires para poner el 1-0 en el marcador.

La sorpresa y el delirio en las gradas galesas lo puso casi en el minuto 90 Pablo Hernández, que descerrajó un tiro desde el borde del área que el guardameta checo Petr Cech no pudo alcanzar y desarmó al poderoso Chelsea.

EFE