Luego de marcar el soberbio gol de chalaca, Gareth Bale fue teniendo mayor protagonismo y a los 82 minutos termino anotando otro golazo que podría ser el tanto que le de el tercer campeonato consecutivo al Real Madrid en esta final de la Champions League, en la que viene imponiéndose ante el Liverpool.
Corría el minuto 82 y Gareth Bale subía con el balón desde la banda en los tres cuartos de cancha; al encontrarse con un considerable contingente de hombres del Liverpool reconoce que le sería imposible no solo pasar sino también habilitar a alguno de sus compañeros que rozaban el área chica.
Ante esto, Bale se acomoda al no tener marca que se la acercara para luego poner un potente remate de media distancia. El golero “red” Loris Karius logra ver la trayectoria del balón, parecía una pelota fácil de atrapar, pero cuando estiró los brazos, el balón choca en sus manos desviándose e introduciéndose en la valla del Liverpool.
Fue un duro golpe para el Liverpool, el gol cayó como un baldazo de agua fría que cambió la expresión siempre relajada del técnico “red” Jürgen Klopp por una seriedad que lindaba con la molestia. En adelante, el equipo inglés bajó la intensidad en el juego, así como la inseguridad en Loris Karius tras dos errores (primer y tercer gol) que les costó el título.