El título de la conseguido el domingo por Brasil en el Maracaná se vio empañado por el mal comportamiento mostrado por el delantero , autor del segundo gol ante Perú a poco de finalizar el primer tiempo de la gran final.

El delantero brasileño, actual jugador del Manchester City, se fue expulsado a los 70 minutos del partido por una fuerte falta que le cometió al defensor peruano Carlos Zambrano.

En una correcta decisión, el árbitro chileno Roberto Tobar le mostró la segunda tarjeta amarilla al atacante y, por consiguiente, la roja que ameritó su expulsión.

Enojado por la decisión del juez principal, se rehusó a salir del campo y le reclamó airadamente a Tobar por haberle expulsado. Además, el brasileño arremetió contra algunos futbolistas peruanos que se le acercaron para pedirle que se retire rápidamente del campo de juego.

Gabriel Jesús se fue de la cancha realizando polémicos gestos con sus manos, como dando a entender que el partido había sido “robado”. No contento con ello, el jugador de 22 años empujó la cabina del VAR, que estuvo a punto de caer al piso si no fuera por la rápida reacción de un hombre que evitó ese desenlace.

La transmisión oficial del partido mostró luego a un resignado e impotente Gabriel Jesús reclamando y llorando por su expulsión al interior del túnel de entrada al campo del juego del coloso Maracaná.