Esta podría ser la anécdota del mes. El delantero del Bayern Munich, Franck Ribéry, tuvo que cambiar al niño que lo acompañaba con su compañero porque le quedaba muy grande.

El crack del Bayern estaba incómodo, pues su niño acompañante era casi de su tamaño. Entonces le pidió a su compañero de equipo el cambio respectivo y este aceptó con una sonrisa en el rostro.