¿Qué sucede normalmente cuando un fanático se acerca de manera intempestiva a su ídolo? La seguridad lo atrapa y se lo lleva inmediatamente, mientras que el ídolo se no hace nada y en algunos casos huye. Franck Ribéry hizo lo contrario y más.

Bayern Munich celebraba en el Camp Nou el pase a la final de la Liga de Campeones tras golear al Barcelona, cuando un hincha se metió al campo y se confundió entre las celebraciones.

Los miembros de seguridad tomaron al hincha y a empujones lo sacaban del campo. Ribéry intentó impedirlo, pero al no lograrlo, se sacó la camiseta y se lo obsequió. Un gesto gigante que hace más grande a un futbolista.