En el fútbol de Austria, en donde el Stadl-Paura goleó 5 a 1 al Altheim, ocurrió este hecho. La diferencia en el marcador pudo ser más amplia, pero la dupla local no protagonizaba uno de los peores penales pateados de la historia, probablemente.

En lugar de rematar, el 10 del equipo quiso asistir a su compañero, pero la pelota salió muy fuerte y el arquero pudo anticiparse. Ojo, la acción del jugador era válida, pero le salió todo mal.