Era una final justa. Italia reconstruida con Cesare Prandelli. Del ‘catenaccio’ a la belleza. Al buen gusto que marca Pirlo. No lo pudo mostrar ante un rival que le ganó por primera vez desde los Juegos Olímpicos de Amberes. Con el descaro de unos futbolistas que instalan a España en la excelencia.

Ante el mismo rival con el que enterraron fatalismos del pasado en aquellos penaltis de cuartos de la pasada Eurocopa . Se liberaron los nervios y el fútbol. Siempre aparece en las grandes citas.

Aquel estreno cuando el miedo a perder está en la cabeza de todos los futbolistas, entorpeció el juego de España . En la final fue a presionarle y la ‘Roja’ se levantó con el carácter de Sergio Ramos. Una entrada a destiempo de Balotelli. A la siguiente acción se la devuelve. Le gana por alto y marca el territorio con un golpe. Era el mensaje en el inicio trabado del que escapó gracias a Xavi.

Con los olés en la grada aparece Iniesta para cambiar el rumbo. Controla el balón, caracolea y mete una velocidad más para desequilibrar. Dibuja una jugada en su mente y la plasma con precisión. Al desmarque al espacio de Cesc. Otro futbolista superlativo que se reinventa alejado de su posición natural. En la zona del nueve mantiene la calma y asiste a la llegada de Silva. Testarazo a la red del más bajito. Las cosas del fútbol.

El premio al bolsillo de Del Bosque. Mantuvo su apuesta en Silva con dudas sobre su físico. Cuarto de hora y España ya ganaba. Manejaría la final ante una Italia que se veía por detrás del marcador por primera vez en toda la Eurocopa. Reaccionó con el orgullo de la pentacampeona del mundo. Probando a balón parado por alto a Casillas. Sacando sus puños también ante disparos lejanos de Cassano y Montolivo.

En la expresión máxima de saber competir se maneja bien España . Mide los esfuerzos con expertos en la materia como Xavi o Iniesta. Saben subir y bajar las revoluciones en el momento justo. Italia fue adueñándose del balón y mascó la impotencia. El castigo a su adelanto de metros se lo dio Jordi Alba. Con la velocidad de un atleta de cien metros, al pase de Xavi, y definiendo a la perfección a la salida de Buffon. Restaban cuatro minutos para el descanso. Los planes de Del Bosque se cumplían.

Una orden en la reanudación, imposible bajar la guardia, prohibido relajarse. Menos aún ante Italia que arrancó tirando de orgullo pero acabó llorando su mala suerte. A los 21 minutos se había lesionado Chiellini. En el descanso entró Di Natale por Cassano, que cabeceó la primera que tocó para rozar el larguero, y que hizo lucirse a Casillas en un mano a mano para situar el nombre del portero entre los candidatos al ‘Balón de Oro’

Y los riesgos de Prandelli sacaron a relucir las leyes no escritas del fútbol. Agotó los cambios a los 56 minutos con la entrada de Motta. Aguantó sobre el césped 240 segundos. Una lesión muscular dejó a Italia con diez. La final estaba sentenciada y acabó desdibujada. El pulso ya era desigual.

España mantiene intacto su hambre de gloria. Los cambios de Del Bosque aumentaron la intensidad. Salió Fernando Torres y marcó a un nuevo pase de Xavi para acabar empatando con los máximos goleadores del torneo. Se estrenó Mata y el primer balón que tocó lo hizo gol. La mayor goleada en una final de Eurocopa. Era el broche para un grupo de jugadores que tocan el cielo de Kiev. La herencia de Luis Aragonés la ha convertido Del Bosque en leyenda.

Ficha técnica:

España: Casillas; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi; Iniesta (Mata, m.86), Silva (Pedro, m.59) y Cesc (Torres, m.75).

Italia: Buffon; Abate, Barzagli, Bonucci, Chiellini (Balzaretti, m.21); Marchisio, Pirlo, De Rossi, Montolivo (Motta, m.56); Cassano (Di Natale, m.46) y Balotelli.

Goles: 1-0, m.14: Silva. 2-0, m.41: Jordi Alba. 3-0, m.84: Fernando Torres. 4-0, m.88: Mata.

Árbitro: Pedro Proenca (POR). Amonestó a Piqué (25) por España; y a Barzagli por Italia

EFE

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