Se volvió loco. Walter Knario, entrenador del Cambe, recibió la tarjeta roja por discutir airadamente con el árbitro principal y su reacción dejó impresionado a todos en el fútbol brasileño.

Junto sus manos, se arrodillo y pidió a los policías lo lleven preso, aunque luego, ante el intento de esposarlo, reaccionó y se fue por sus propios medios del campo de juego. Todo un caso.

Al final, su equipo empató a cero ante el PSTC.

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