El cuadro portugués fue el que más propuso durante los 90 minutos de juego, pero siempre se topó con la muralla del arquero Antonio Bastos, conocido como Beto, quien siempre evitó la caída de su pórtico.

En las últimas jugadas del primer tiempo, Benfica tuvo dos aproximaciones muy peligrosas. En ambas el portero del Sevilla respondió de gran forma cuando todo indicaba que su arco iba a ser vencido.

Españoles y portugueses llegaron a esta gran final de la Europa League luego de haber eliminado al Valencia y Juventus respectivamente.

Para el Benfica esta es su segunda final consecutiva luego de que el año pasado cayera ante el Chelsea de Inglaterra, mientras que para Sevilla es la oportunidad de volver a levantar la copa luego de varios años.