Minutos antes de salir al estadio de Kiev, protagonizó un hecho en el túnel de los jugadores. El atacante del miró fijamente a por unos segundos, quien se acomodaba la indumentaria para pisar el gramado de juego. Este hecho se ha vuelto viral en todo el mundo y muchos hinchas debaten ¿qué habrá pensado el portugués cuando lo tenía a su costado?

El , dominador del fútbol europeo con la conquista de tres de las cuatro últimas ediciones, desea engrandecer la leyenda en Kiev y ganar la decimotercera de su historia, esta vez ante un Liverpool renacido, que recupera prestigio con Jürgen Klopp y amenaza con un fútbol vertical de pegada.

El Real Madrid de Cristiano Ronaldo va camino de pasar a la posteridad como lo hizo el de Alfredo Di Stéfano en el inicio de la Copa de Europa con sus cinco trofeos. En un fútbol mucho más complejo de dominar, luchando ante multimillonarios propietarios de clubes que crean proyectos a base de talonario en busca de la gloria, los jugadores de Zinedine Zidane lo desafían todo con su tercera final consecutiva, tras convertirse hace un año en los primeros en mantener la corona.

Los ‘Reds’ llegan en su mejor momento de la temporada y con las piernas frescas. No juegan desde el pasado 13 de mayo, en el último partido de liga, triunfo 4-0 sobre el Brighton, e incluso disfrutaron de una semana de concentración en Marbella.

Klopp, además, recupera a dos de los jugadores que eran duda para la final: los centrocampistas Emre Can y James Milner. El primero, que termina contrato y tiene pie y medio en el Juventus, quiere despedirse con un triunfo, y, aunque lleva sin jugar desde marzo por una lesión de espalda, podría tener minutos. El segundo, el máximo asistente de la Champions League este año, 9 pases de gol, que se perdió el choque con el Brighton, está recuperado y será titular.