Cristiano Ronaldo se reencontró este sábado con el gol en LaLiga Santander para dar la victoria al Real Madrid, que ganó 1-2 al Getafe en un choque gris del conjunto blanco que arregló el delantero portugués a falta de cinco minutos para el final.
El jugador luso necesitaba marcar. Su sequía en el torneo de la regularidad duraba demasiado tiempo. Hace mucho que no era protagonista, salvo en Europa, donde sus goles lucen como siempre. Y, en el Coliseum Alfonso Pérez, volvió a celebrar algo por el bien de su equipo, que jugó con fuego y estuvo a punto de quemarse.
El equipo de Zinedine Zidane tenía ganas de volver a la competición después del parón por los partidos internacionales. Reducir la distancia de siete puntos que tiene el Barcelona es un objetivo de primer orden en el club blanco y sin jugar no hay opciones de lograrlo.
Los dos estilos diferentes del Atlético de Madrid y el Barcelona confluyeron este sábado en un empate en el estadio Wanda Metropolitano, escenario de un duelo intenso, ideado desde la defensa por el conjunto rojiblanco e igualado por el equipo azulgrana desde el ataque y un gol de Luis Suárez en el minuto 81.
Un punto para el líder de la clasificación conseguido en el tramo final, pero perseguido, hasta merecido quizá por ocasiones, un rato antes, desde que terminó el primer tiempo con el Atlético al frente del marcador con un gol de Saúl Ñíguez e inabordable en su defensa, más accesible en la reanudación ante Lionel Messi y Luis Suárez.
El Atlético tenía muy afinado su plan. No asumiría más riesgos de los que le provocara su adversario, el Barcelona, consciente desde el primer minuto que la responsabilidad de la pelota sería suya, que delante tendría un muro de futbolistas en torno al esloveno Jan Oblak y que detrás tendría que correr para frenar los contragolpes.