Pocos se deben acordar que uno de los premios personales que tiene Paolo Guerrero es el haber recibido el Mickey de Oro. ¿Qué rayos es eso? se preguntarán muchos. Pues es el premio que se le otorga al jugador más valioso de la Florida Cup, un torneo amistoso de clubes que se juega a comienzos de año.
En el 2015, cuando Paolo Guerrero jugaba para el Corinthians, se lo quedó y esta vez es propiedad del Chicharito, quien así, empieza un 2016 con el pie derecho tras también ser elegido como el mejor jugador de la Concacaf.
En la Florida Cup, el delantero mexicano anotó dos goles ante el Inter de Porto Alegre y recibió la curiosa distinción.
Respecto al premio continental, Javier Hernandez tuvo el voto mayoritario de técnicos y capitanes de los equipos nacionales de la zona y fue destacado por la Concacaf luego de haber tenido en 2015 un desempeño “excepcional” en la Bundesliga.